miércoles, 13 de enero de 2010

Aquí y ahora

No creas todo lo que leés,
yo no creo todo lo que leo,
en tus ojos,
en el iris de tus ojos y los mios hay mas verdad que en todas las palabras.

Dame la libertad de amarte,
quizás puedas dejar de encontrar razones para odiarme
hasta darte cuenta de que nunca vas a poder sentir algo así por mi.

Tan sincero puede ser el corazón,
pero tanto cuesta escucharlo,
tanto miedo, tanto dolor,
que se oscurecen las nubes que antes nos daban la lluvia cálida de primavera.

El amor es egoismo,
el amor es humano y el humano es egoismo,
pero deberías saber que ese egoismo puede salvarte,
hacerte mas sujeto, siempre y cuando no esperes revelaciones.

Te hice bien, me hiciste bien,
todavía puedo hacerte bien, todavía me haces bien
podés hablar o perderte en un bosque
allí está mi abrazo,
aquí están mis ganas todavía.

A veces algo de lo que se escribe es verdad,
mis ojos no van a mentir cuando me preguntes.



2 comentarios:

Un breve texto

Creé este espacio por razones banales y egoístas, privadas en tanto desconocidas y también ocultas.

Iré publicando en La Letra e Interminables lo que en palabras salga de mis entrañas, también algunos textos viejos y en definitiva lo que me plazca, dejando en el lector la responsabilidad -si la acepta- de tomar o no cada texto para defenestrarlo, hacerlo memorable o simplemente omitirlo.

La banalidad de la publicación espero no me haga lidiar con el reconocimiento, más bien busca la redención en una ética del comentario que posibilite luego -o ya desde antes- un encuentro de dos, que sin mostrarse ningún respeto pueden lanzarse palabras sin el menor miedo a herirse el rostro, el propio por supuesto.

Se trata en definitiva de hacer -y deshacer- con lo poco que tengo al alcance de mi mano.

Salud

Carlos G. Picco