Se durmió y se quedó sin voz
miró hacia el cielo ya sin ojos
suspiros silenciosos en su pecho
decian despacito que estaba solo
Las manos embarradas de dios
quieren cargarlo
se ilusionan con tocarlo
Ese camino no tenía luz
quién se animaría a cruzarlo
doce estrofas en una canción
y empujoncitos de dinosaurio
Lo llevaron hacia un sol y un mar
que se vuelan, que se vuelan
Ilusiones de un farsante
que terminan en caidas
sobre todas las alturas
cuesta dejar de esperarte
cuesta dejar de esperarte
Los suspiros de su corazón
imitando dos latidos
agitados por el caminar
y por las huellas viejas del camino
las recorre con su mente
las repite en su delirio
Ilusiones de un farsante
que concluyen en caidas
sobre todas las alturas
cuesta dejar de esperarte
cuesta dejar de esperarte